Tras la derogación en octubre pasado del conocido como “impuesto al sol”, el cual solo sirvió para generar inestabilidad jurídica y desincentivar la inversión, nos encontramos ahora en la dinámica opuesta y llega por fin un mecanismo de compensación a nuestro país: la facturación neta. El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha aprobado este mismo viernes el Real Decreto 244/2019 (Editado: desde el sábado está disponible AQUI) para incentivar el autoconsumo fotovoltaico de la mano de la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.
Modalidades de instalación y Facturación Neta
A nivel organizativo pasan a distingurse dos modalidades de autoconsumo: instalaciones que no vierten a la red (sin excedentes) e instalaciones que sí lo hacen (con excedentes).
Aquellas que no viertan a red no tendrán límite de potencia ni deberán acogerse a ningún trámite con la distribuidora. En el segundo caso tampoco habrá límites de potencia, pero quedan exentas de trámites con la distribuidora únicamente aquellas instalaciones de autoconsumo de potencia inferior a 15 kW.
Tendremos que figurar en el registro de autoconsumo, trámite gratuito y que podrá realizarse de forma telemática. ¿Pero cómo será el mecanismo de compensación?
No estamos exactamente ante un mecanismo de balance neto como tal -que tendría, dicho sea de paso, una mayor repercusión sobre las grandes eléctricas-, sino de facturación neta. Los hogares y las pequeñas empresas podrán descontarse parte de su factura eléctrica mensualmente, en función de los excedentes que viertan a la red.
Es decir, cuando las placas de tu hogar, a medio día, están produciendo más energía de la que consumes, toda esa energía que no es consumida instantáneamente y que se vierta a la red será descontada de tu factura por parte de la comercializadora eléctrica, habiendo establecido previamente un precio para esos kW vertidos. Ya no serán necesarios en uchos casos, por tanto, los mecanismos de “inyección cero” o antivertido, que obligan al inversor fotovoltaico a dejar de producir parte de la energía que podría estar produciendo en un momento dado, pero que como es mayor al consumo, se evita producir.
La letra pequeña de la medida es importante: como hemos adelantado será aplicable a usuarios de menos de 100 kW de potencia instalada y en ningún caso puedes hacer negocio con esta medida. Lo que viene a decir que si viertes más de lo que consumes, no percibirás ningún tipo de remuneración al respecto. Así que, amigos especuladores, olvidaos de los verdes prados en los que pastasteis en 2007, porque no va a volver a suceder algo así, sino un crecimiento ordenado y necesario, en función de una demanda real, que es la necesidad de ahorro en la factura de electricidad de miles de familias y empresas españolas.
La medida ha sido validada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que ha asegurado que sus efectos serán positivos y velará por su implantación y correcto funcionamiento.
Balance Neto VS Facturación Neta
Aunque en términos generales ha sido acogida como una medida muy positiva y un gran paso adelante, también ha habido voces críticas.
El balance neto ha sido reivindicado por las asociaciones de renovables, compensando la energía consumida con la energía producida en exceso en un periodo de hasta un año,en lugar de mensualmente.
La facturación neta que llega ahora a España no se calcula en base a energía, sino a flujos de dinero y con carácter mensual. Por otra parte, la facturación neta se traduce en una compensación menor: si pagamos los kW consumidos a 13 c€, por ejemplo, los vertidos nos los pagarán a un precio de mercado mayorista, de 4 a 6 c€, posiblemente. Aquí podrá haber negociación con las diferentes comercializadoras, pudiendo contratar a la que mejor precio de consumo nos proporcione, así como el mejor precio para los vertidos.
Joan Herrera, director del Instituto para la Diversificación del Ahorro de Energía (IDEA), señaló a finales de año que la incentivación al autoconsumo tendría que hacerse de forma progresiva y muy medida, haciendo hincapié en que el balance neto sobredimensionaría las instalaciones.
Más aspectos recogidos en el real decreto
El nuevo Real Decreto de Autoconsumo no solo contempla la Facturación Neta, sino la simplificación de ciertos trámites burocráticos o la habilitación de la ya citada figura del autoconsumo compartido, que abre la puerta a aprovechar la energía no consumida por nuestros vecinos.
El pequeño consumidor solo tendrá que realizar una gestión a la hora de ejecutar su instalación: notificarlo a la comunidad autónoma correspondiente.
Detalles adicionales a tener en cuenta
Por otra parte, hay que tener en cuenta un aspecto fundamental. Que en la factura eléctrica hay toda una serie de costes reflejados en distintos conceptos que no tienen que ver con la energía: el peaje de acceso, la potencia contratada, así como el alquiler de los equipos de medida y los impuestos.
Este hecho implica que, aún en el supuesto de que te ahorrases el 100% de la energía gracias a los excedentes que viertes a red, no quiere decir que tu importe mensual a pagar en la factura vaya a ser 0, ni mucho menos. Aunque sí puedes conseguir un ahorro importante, especialmente en aquellas viviendas donde se realice un mayor consumo de electricidad, manteniendo una potencia contratada no muy alta.
Con todo, cabe destacar que la Facturación Neta es un mecanismo esperado y que sin duda va a incentivar el autoconsumo. Quizá incluso dando un vuelco al sector.
Si ya solo con el descenso de precio del litio, que aventaja notablemente en características como la vida útil o la profundidad de descarga a sus homólogas de plomo-ácido, cada vez que hacían más instalaciones con acumuladores, es previsible que se empiecen a ejecutar muchas más instalaciones pero sin baterías de litio. Hasta ahora, si bien las instalaciones con acumuladores requerían una mayor inversión inicial, también generaban un retorno económico más cuantioso en el largo plazo, además de un mayor ahorro desde el primer dia de funcionamiento.
Por poner un ejemplo real, gracias a este nuevo Real Decreto, en una vivienda media en España, con un consumo anual de 3600 kWh, podría ahorrarse prácticamente toda la facturación de energía anual con una instalación de tan sólo 4 kWp (13 paneles de 300W, 12 paneles de 330W u 11 placas solares de 360W), lo cual tiene un coste que oscila entre unos 5.000 a 6.500€ (dependiendo de ubicación y calidad de componentes), completamente instalado y legalizado.
Quizá a causa de todo esto, los fabricantes de baterías de baterías se pongan las pilas y este tipo de dispositivos experimenten un descenso de precios aún más elevado, para poder seguir vendiendo al buen ritmo con que lo estaban haciendo antes de la aprobación de este nuevo Real Decreto.
Llega un momento dulce para todos los que creemos en las energías renovables y en su potencial para darle la vuelta a la tortilla, empoderar a los ciudadanos en cuanto a energía se refiere, y echar una mano en contra del cambio climático. ¡Enhorabuena a todos!